El reciente atropello masivo ocurrido en Cornellà, justo antes del esperado derbi entre el RCD Espanyol y el FC Barcelona, ha dejado una profunda huella en la comunidad local y ha generado una serie de interrogantes sobre la seguridad en eventos deportivos. Este incidente, que tuvo lugar el 16 de mayo de 2025, ha sido objeto de atención mediática y ha desatado una ola de reacciones tanto de los aficionados como de las autoridades.
### Un Incidente Impactante
El atropello se produjo a las 21:02 horas, cuando una conductora de 34 años embistió a un grupo de aficionados que se encontraban en las inmediaciones del estadio del Espanyol. Este trágico evento dejó casi una veintena de heridos, entre ellos un hombre de 41 años que permanece en estado crítico en la UCI tras ser operado de urgencia debido a un coágulo en la cabeza. La situación se tornó aún más alarmante cuando se reveló que, según un nuevo video, la conductora ya había arrollado a otros asistentes antes del incidente más grave.
Los testigos relatan que el caos comenzó cuando la conductora atropelló a una joven, quien quedó atrapada bajo el vehículo. En un intento desesperado por rescatarla, los aficionados comenzaron a lanzar objetos al coche para detener su avance. La víctima, que sufrió lesiones severas, fue trasladada de urgencia a un hospital donde se le realizó una intervención quirúrgica por una hemorragia interna.
La gravedad del atropello fue minimizada inicialmente por los organizadores del evento, quienes informaron a los asistentes que la situación estaba bajo control y que no había heridos graves. Sin embargo, esta afirmación fue recibida con incredulidad por parte de los aficionados, quienes habían sido testigos de la magnitud del desastre.
### Reacciones de los Aficionados y la Comunidad
La reacción de los aficionados fue inmediata y contundente. Muchos de los presentes en el estadio decidieron no participar en la animación del partido como muestra de respeto hacia las víctimas del atropello. Los grupos de animación del Espanyol emitieron un comunicado conjunto en el que condenaron la falta de atención médica inmediata y la decisión de continuar con el partido a pesar de la gravedad de la situación. Afirmaron que los servicios sanitarios tardaron 25 minutos en llegar al lugar del incidente, dejando a los heridos sin asistencia en un momento crítico.
Entre los heridos se encontraba el hijo del alcalde de Badalona, quien sufrió una lesión leve en un pie. Esta conexión con una figura pública ha añadido un nivel adicional de atención al caso, resaltando la necesidad de una respuesta adecuada por parte de las autoridades. La comunidad ha expresado su indignación no solo por el atropello en sí, sino también por la aparente falta de protocolos de seguridad en eventos de tal magnitud.
La conductora del vehículo fue arrestada y, tras ser acusada de lesiones por imprudencia y desobediencia, fue puesta en libertad provisional. Este hecho ha generado un debate sobre la responsabilidad de los conductores en situaciones de emergencia y la necesidad de una revisión de las leyes de tráfico y seguridad vial.
### Implicaciones y Reflexiones
El atropello en Cornellà ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los aficionados en eventos deportivos y la importancia de implementar medidas de seguridad más estrictas. La comunidad está pidiendo una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad en los estadios y en las áreas circundantes, así como una mayor capacitación para los servicios de emergencia en la gestión de situaciones críticas.
Además, la respuesta de las autoridades y de los organizadores del evento será crucial para restaurar la confianza de los aficionados en la seguridad de los partidos de fútbol. La falta de acción inmediata y la minimización del incidente han dejado una sensación de desamparo entre los seguidores del Espanyol, quienes se sienten traicionados por la gestión del evento.
A medida que se desarrollan las investigaciones y se recopilan más testimonios, la comunidad espera que se tomen medidas concretas para evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro. La seguridad de los aficionados debe ser una prioridad en todos los eventos deportivos, y es responsabilidad de todos, desde los organizadores hasta las autoridades locales, garantizar que se implementen las medidas necesarias para proteger a quienes asisten a estos encuentros.