La reciente tragedia en el río Túria ha dejado a la comunidad de Manises en estado de shock. Edward Jeferson, un joven de 29 años, fue encontrado sin vida tras ahogarse en la presa del Azud de la Acequia de Tormos. Este incidente, que ocurrió el pasado lunes, marca la segunda muerte en la misma área en menos de una semana, lo que ha generado un debate sobre la seguridad en las zonas de baño no autorizadas.
### Un día de diversión que se tornó en tragedia
Jeferson, originario de Colombia y residente en València desde hace varios años, había planeado una escapada con su novia y otra pareja para escapar del intenso calor que azotó la provincia. Sin embargo, lo que debía ser un día de diversión se convirtió en una tragedia cuando el joven decidió entrar al agua para refrescarse. A pesar de que la zona es popular entre los bañistas, el baño no está autorizado debido a las condiciones peligrosas del lugar.
Según informes de la Policía Nacional, Jeferson fue arrastrado por la corriente a una zona donde la profundidad superaba los cuatro metros. Desafortunadamente, el joven no sabía nadar y comenzó a pedir auxilio, pero sus amigos no pudieron localizarlo a tiempo. Tras alertar a los servicios de emergencia, se inició un operativo de búsqueda que culminó con el hallazgo de su cuerpo al día siguiente.
La situación se complica aún más al considerar que esta área del río ha sido afectada por las recientes inundaciones, lo que ha alterado su morfología. Los vecinos de Manises han expresado su preocupación por la peligrosidad del río, que ahora presenta zonas de gran profundidad y obstáculos ocultos, como restos de vehículos y otros objetos.
### La voz de la comunidad: un llamado a la acción
La muerte de Jeferson ha generado una profunda consternación en la comunidad de Manises. Muchos vecinos, como María José Gallego, quien solía visitar la zona para nadar y disfrutar de un día de campo, han manifestado su preocupación por la seguridad en el área. Gallego recuerda que antes de las inundaciones, el río era un lugar tranquilo y seguro, donde la profundidad del agua apenas superaba el metro y medio. Sin embargo, tras los recientes eventos climáticos, la situación ha cambiado drásticamente.
Otro vecino, José, quien también era un habitual de la zona, ha dejado de visitarla debido a los peligros que ahora presenta. «El río ya no es el que era antes y ahora no es seguro bañarse», afirma. Esta percepción compartida por muchos en la comunidad ha llevado a un llamado a las autoridades para que tomen medidas que eviten que más personas se expongan a situaciones de riesgo.
Los residentes han expresado su deseo de que se implementen medidas de seguridad, como la señalización adecuada que advierta sobre los peligros del baño en esa área. Además, sugieren que se realicen trabajos de limpieza y adecuación del cauce del río para garantizar la seguridad de quienes decidan disfrutar de sus aguas.
La tragedia de Jeferson no es un caso aislado. La comunidad está alarmada por el hecho de que, en menos de una semana, dos jóvenes han perdido la vida en la misma zona. Esto ha llevado a un aumento en la presión sobre las autoridades locales para que actúen y prevengan futuros incidentes. La falta de supervisión y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas en áreas de baño no autorizadas son temas que deben ser abordados con urgencia.
La situación en el río Túria es un recordatorio de la importancia de la seguridad en espacios naturales, especialmente en épocas de calor. La comunidad de Manises espera que la tragedia de Jeferson sirva como un llamado a la acción para que se implementen medidas que protejan a los bañistas y eviten que más vidas se pierdan en circunstancias similares. La seguridad de los ciudadanos debe ser una prioridad, y es fundamental que las autoridades tomen en serio las preocupaciones de la comunidad para garantizar un entorno seguro para todos.