En la tarde del pasado domingo, un trágico suceso sacudió el barrio Primero de Mayo en Verín, donde una mujer de 35 años fue víctima de un ataque armado que la dejó gravemente herida. La mujer recibió dos disparos, lo que llevó a su traslado inmediato al hospital Álvaro Cunqueiro, donde se encuentra en estado grave pero estable. Este incidente ha sido catalogado como un posible caso de violencia de género, y la Guardia Civil está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
El ataque ocurrió alrededor de las 14:00 horas, cuando los vecinos del barrio escucharon las detonaciones y alertaron a los servicios de emergencia. La rápida respuesta del 112 permitió que la mujer fuera atendida por profesionales de urgencias sanitarias del 061, quienes la llevaron inicialmente al Hospital Público de Verín. Posteriormente, debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladada al hospital en Vigo, donde continúa recibiendo atención médica.
El presunto autor del ataque, la pareja de la víctima, un hombre de 36 años, logró huir del lugar tras los disparos. Sin embargo, gracias a un dispositivo de búsqueda organizado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense, fue detenido más tarde ese mismo día. Actualmente, se encuentra bajo custodia en el cuartel de la Guardia Civil de Ourense, donde permanecerá mientras se llevan a cabo las investigaciones.
Ambos, la víctima y el agresor, pertenecen a la etnia gitana y tienen tres hijos en común, con edades que oscilan entre los 13 y los 17 años. Es importante destacar que la mujer ya estaba registrada en el sistema de protección integral contra la violencia de género (Viogén), aunque su caso se encontraba en un nivel de riesgo no apreciado. Este hecho pone de manifiesto la complejidad de la violencia de género y la necesidad de una atención más rigurosa a los casos que, aunque no se consideren de alto riesgo, pueden derivar en situaciones extremas como la que se ha vivido en Verín.
Este incidente se produce en un contexto preocupante, ya que menos de una semana antes, otra mujer se lanzó desde un cuarto piso en O Barco de Valdeorras tras una discusión con su pareja. En este caso, la mujer también había sufrido lesiones previas por arma blanca y había estado en contacto con las autoridades para iniciar el proceso de separación. Aunque no estaba registrada en el sistema de Viogén, su situación refleja la urgencia de abordar la violencia machista desde múltiples frentes.
La provincia de Ourense cuenta actualmente con 532 casos activos de violencia de género, un número que, aunque ha disminuido en comparación con el año anterior, sigue siendo alarmante. Durante una reciente Junta local de seguridad, el subdelegado del Gobierno, Eladio Santos, destacó que en la ciudad hay 163 casos activos de violencia machista, lo que representa una reducción de 36 casos respecto a 2024. Sin embargo, Santos subrayó la necesidad de mantener una postura de tolerancia cero frente a la violencia de género, un problema que requiere la implicación tanto de la sociedad como de las administraciones.
Los datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) son igualmente preocupantes. En el último año, se registraron en España 48 asesinatos de mujeres a causa de la violencia de género, lo que equivale a una mujer asesinada cada semana. De estos casos, el 25% se produjeron en localidades con menos de 25,000 habitantes, como Verín y O Barco, lo que indica que la violencia de género no es un problema exclusivo de las grandes ciudades, sino que afecta también a comunidades más pequeñas.
La situación actual exige una respuesta contundente y coordinada para prevenir y erradicar la violencia de género. Es fundamental que las autoridades implementen protocolos más efectivos y que la sociedad en su conjunto se involucre en la lucha contra esta lacra. La educación y la sensibilización son herramientas clave para cambiar la percepción social sobre la violencia machista y para fomentar un entorno en el que las víctimas se sientan seguras y apoyadas al denunciar sus situaciones.
La reciente serie de incidentes relacionados con la violencia de género en la provincia de Ourense resalta la urgencia de actuar. La protección de las víctimas y la prevención de futuros ataques deben ser prioridades en la agenda pública. La colaboración entre las instituciones, las organizaciones sociales y la comunidad es esencial para construir un futuro libre de violencia para todas las mujeres.
