La devastadora dana que afectó a Valencia el 29 de octubre ha dejado una huella profunda en la comunidad, no solo por los daños materiales, sino también por la respuesta institucional que ha seguido. Desde el primer momento, se han visto gestos de solidaridad provenientes de diversas regiones de España, pero la realidad es que la ayuda financiera necesaria para la reconstrucción aún no ha llegado en la medida esperada. A seis meses de la tragedia, la situación se complica con la falta de adhesiones por parte de las comunidades autónomas a la propuesta del Gobierno de renunciar a parte de sus fondos europeos para ayudar a Valencia.
La propuesta del Gobierno, que busca que las comunidades cedan fondos no ejecutados para la reconstrucción, ha encontrado reticencias. Aunque algunas comunidades como Canarias, Cataluña y Castilla y León han mostrado disposición, otras como la Comunidad de Madrid han dado marcha atrás en su apoyo inicial. Esta falta de consenso ha llevado a que el plazo para formalizar estas cesiones se amplíe, pero la incertidumbre persiste. La Generalitat Valenciana, que debería liderar este proceso, aún no ha presentado la reprogramación de sus fondos Feder y del Fondo Social Europeo Plus, lo que podría ser un obstáculo para que otras comunidades se sumen a la causa.
### La Respuesta de las Comunidades Autónomas
La respuesta de las comunidades autónomas ha sido variada. Mientras que algunas han estado dispuestas a colaborar, otras han mostrado una actitud más cautelosa. Canarias, por ejemplo, ha sido la primera en comprometerse a ceder 15 millones de euros, una decisión que contrasta con la negativa del Consell de Carlos Mazón a acoger a menores migrantes que llegan a las islas. Esta contradicción ha generado críticas y ha puesto de relieve las tensiones entre las comunidades en un momento en que la solidaridad debería prevalecer.
Por otro lado, Cataluña y Castilla y León también han expresado su intención de participar, aunque los montos específicos aún no han sido revelados. La situación se complica aún más con la falta de comunicación entre la Generalitat y el Gobierno central, lo que ha llevado a que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, critique la inacción del Ejecutivo en la movilización de los fondos europeos. En este contexto, la Generalitat ha decidido solicitar a otras comunidades que destinen un 2% de sus fondos estructurales a la reconstrucción, una medida que ha sido recibida con escepticismo.
### La Situación Financiera de la Generalitat Valenciana
La Generalitat Valenciana enfrenta un desafío significativo en su intento de movilizar recursos para la reconstrucción. A pesar de ser una de las regiones más afectadas por la dana, la falta de una reprogramación clara de los fondos europeos asignados para el periodo 2021-2027 ha generado dudas sobre la capacidad de la Generalitat para gestionar la crisis. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha denunciado esta situación, subrayando que el importe no gastado que podría ser redirigido a la emergencia asciende a 100 millones de euros.
Además, la Unión Europea ha ofrecido condiciones favorables para la financiación de proyectos en la Comunitat Valenciana, cubriendo hasta el 95% de los costos, en comparación con el 60% que se ofrece a otras regiones. Sin embargo, para acceder a estos fondos, es crucial que la Generalitat actúe con rapidez y claridad en la reprogramación de sus recursos. La falta de acción en este sentido podría resultar en una pérdida de oportunidades para obtener el apoyo financiero necesario.
La situación se complica aún más con la solicitud del Gobierno central de más de 4.400 millones de euros del Fondo de Solidaridad, que aún está pendiente de asignación. La reprogramación de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia también está en manos de la Comisión Europea, lo que añade otra capa de incertidumbre a la ya complicada situación financiera de la Generalitat.
En este contexto, la Generalitat ha decidido actuar de manera independiente, solicitando a las comunidades autónomas que contribuyan a la reconstrucción sin informar al Gobierno central. Esta estrategia ha sido criticada por algunos, que argumentan que la falta de coordinación puede obstaculizar los esfuerzos de reconstrucción y generar desconfianza entre las comunidades. La colecta paralela, aunque bien intencionada, podría no ser suficiente para cubrir las necesidades urgentes de Valencia.
La situación en Valencia es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta España en términos de solidaridad y cooperación entre comunidades autónomas. La reconstrucción tras la dana no solo depende de la disponibilidad de fondos, sino también de la voluntad política de las comunidades para unirse en un esfuerzo común. A medida que se acerca la fecha límite para la cesión de fondos, la presión aumenta sobre las comunidades y la Generalitat para que actúen con rapidez y determinación en la búsqueda de soluciones para la crisis que ha dejado la dana.
