La reciente emergencia provocada por las intensas lluvias en Valencia ha puesto de manifiesto la necesidad de entender mejor la infraestructura hidráulica de la región. En este contexto, las declaraciones de expertos como Francisco Vallés, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, han sido fundamentales para aclarar la situación y desmitificar algunas creencias erróneas que han surgido entre la población. En particular, la confusión entre el barranco del Poyo y la presa de Forata ha sido un tema recurrente en las discusiones sobre la gestión de la crisis.
La situación en el barranco del Poyo fue crítica, con un caudal que alcanzó los 4.000 metros cúbicos por segundo, una cifra que supera con creces la capacidad de los ríos más caudalosos de España, como el Ebro. Vallés enfatizó que no existe ninguna presa en el Poyo que actúe como regulador del agua, a diferencia de la presa de Forata, que sí cumplió un papel crucial al actuar como un «gran pulmón» durante la tormenta. Esta presa, al estar diseñada para manejar grandes volúmenes de agua, logró retrasar y disminuir el caudal que se dirigía hacia el Poyo, lo que evitó una tragedia aún mayor.
### La Función de la Presa de Forata en la Gestión de Emergencias
La presa de Forata, ubicada en la cuenca del río Magro, ha sido objeto de análisis por su capacidad para mitigar los efectos de las lluvias torrenciales. Vallés explicó que, durante la tormenta, las compuertas del aliviadero de Forata estaban abiertas, lo que es una práctica estándar desde la pantanada de Tous. Esto permitió que el agua se liberara de manera controlada, evitando un vertido descontrolado que podría haber causado daños significativos aguas abajo.
El ingeniero también destacó que, a pesar de la presión y los nervios que generó la situación, el diseño de la presa de Forata es robusto y capaz de soportar situaciones extremas. La presa, construida con hormigón y diseñada como un arco de gravedad, no se erosiona con el vertido por coronación, lo que la hace más segura en situaciones de emergencia. Vallés subrayó que, aunque la presa se llenó rápidamente, su diseño permitió manejar la situación de manera efectiva.
La gestión de la emergencia también se vio afectada por la falta de atención a los avisos meteorológicos. Vallés criticó la falta de acción ante las advertencias de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que había alertado sobre la gravedad del fenómeno. La combinación de una gestión inadecuada y la falta de preparación ante un evento extremo contribuyó a la magnitud de la crisis.
### La Confusión entre el Poyo y el Magro: Un Símil Natural
Para ilustrar la diferencia entre el barranco del Poyo y el río Magro, Vallés utilizó un símil relacionado con la naturaleza. Comparó las cuencas de los ríos con las hojas de una planta, donde cada hoja representa una cuenca fluvial distinta. En este sentido, el barranco del Poyo y el río Magro son como dos hojas que, aunque pueden recibir la misma lluvia, tienen trayectorias diferentes. Lo que cae en el Poyo no afecta directamente al Magro y viceversa, lo que resalta la importancia de entender cómo funcionan estos sistemas hídricos.
Este tipo de analogías son útiles para que la población comprenda mejor la dinámica de las cuencas y la importancia de una gestión adecuada del agua. La educación sobre estos temas es crucial para prevenir confusiones en el futuro y para preparar a la comunidad ante posibles emergencias. La colaboración entre expertos y la ciudadanía es fundamental para mejorar la resiliencia ante fenómenos climáticos extremos.
La situación en Valencia ha puesto de relieve la necesidad de revisar y mejorar las infraestructuras hidráulicas, así como de implementar planes de emergencia más efectivos. La experiencia adquirida durante esta crisis puede servir como un valioso aprendizaje para futuras situaciones, asegurando que la comunidad esté mejor preparada para enfrentar los desafíos que el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas puedan presentar. La inversión en infraestructura, la educación y la comunicación efectiva son pilares esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de la población en situaciones de emergencia.