En el último año, la sanidad privada en València ha experimentado un notable crecimiento, con la apertura de nuevos hospitales que están transformando el panorama sanitario de la región. Dos hospitales privados, IMED Colón y Vithas Turia, han comenzado a operar en la ciudad, y se espera la inminente apertura del hospital Ascires. Esta expansión no solo responde a una demanda creciente de servicios médicos, sino que también refleja un cambio en la percepción de la ciudadanía hacia la atención sanitaria.
La apertura de IMED Colón en abril de 2024, que cuenta con 32 camas, y Vithas Valencia Turia, inaugurado en marzo de 2025 con 64 camas ampliables a 96, son ejemplos claros de este fenómeno. Además, la construcción de un nuevo hospital Quirónsalud en el barrio de Malilla y el hospital Ascires en el Bulevard Sur, que abrirá a finales de este año, indican que la tendencia de crecimiento no se detendrá pronto. Con estos nuevos centros, la capacidad total de camas en la sanidad valenciana alcanzará las 11,180, de las cuales 2,450 serán del sector privado, lo que significa que casi uno de cada cinco lechos estará gestionado por empresas privadas.
Este auge en la sanidad privada contrasta con la situación de la sanidad pública en la Comunitat Valenciana, que no ha inaugurado un nuevo hospital público en más de diez años. El último fue el hospital de Llíria, que complementó al Arnau de Vilanova. La única apertura prevista en el corto plazo es la del hospital general de Ontinyent, que sustituirá al actual en 2026. Esta falta de expansión en el sector público ha llevado a un aumento en la demanda de servicios privados, lo que ha generado un cambio en la forma en que los ciudadanos acceden a la atención médica.
La tendencia hacia la sanidad privada también se refleja en el aumento de pólizas de seguros médicos. Según datos recientes, uno de cada cinco habitantes de la Comunitat Valenciana, es decir, 1.13 millones de personas, cuenta con un seguro privado. En el último año, 90,000 personas se han sumado a esta tendencia, lo que indica un cambio significativo en la preferencia de la población por la atención privada. Aunque el 70% de la población todavía prefiere la sanidad pública, el interés por la atención privada está en aumento, especialmente en el ámbito de las consultas con especialistas.
La expansión de la sanidad privada ha sido objeto de debate entre los profesionales de la salud y los responsables políticos. Pedro Ibor, vicepresidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia, ha señalado que la sanidad pública se está enfocando en los casos más graves y crónicos, mientras que la privada asume una gran parte de los casos menos urgentes. Sin embargo, este cambio no se debe a una decisión consciente de la ciudadanía, sino a un «rebosamiento» del sector público, que ha mostrado dificultades para atender a la población en tiempos adecuados.
La sanidad pública enfrenta varios desafíos, incluyendo listas de espera quirúrgicas que superan los 74,000 pacientes y demoras en consultas que pueden extenderse por años. Además, el déficit de personal médico es un problema significativo, con casi 600 vacantes sin cubrir. La fuga de médicos hacia el sector privado ha aumentado en un 12% en los últimos seis años, lo que ha llevado a una situación crítica en la atención pública.
La situación actual de la sanidad en València es un reflejo de un modelo mixto que combina lo público y lo privado, pero que también presenta desafíos significativos. La Generalitat Valenciana ha intentado gestionar esta dualidad, pero el modelo de gestión de hospitales públicos por parte de empresas privadas, como el modelo Alzira, ha sido criticado por su falta de rentabilidad y efectividad. Algunos políticos argumentan que la sanidad pública y privada deben complementarse, mientras que otros advierten sobre el riesgo de que los hospitales privados absorban a los pacientes más rentables, dejando a la sanidad pública con los casos más complejos y costosos.
A pesar de las críticas, el sector privado defiende su papel en el sistema sanitario, argumentando que ofrece mayor accesibilidad, innovación y atención rápida. Grupos como Vithas y IMED destacan su capacidad para responder a las necesidades de los pacientes con eficacia y tecnología avanzada. Sin embargo, los sindicatos han denunciado la precariedad laboral en el sector privado y la falta de un convenio actualizado desde 2016, lo que plantea interrogantes sobre las condiciones de trabajo de los profesionales de la salud en este ámbito.
La sanidad en València está en un punto de inflexión, donde la expansión de la sanidad privada está cambiando la forma en que los ciudadanos acceden a la atención médica. A medida que se abren nuevos hospitales y se incrementa la demanda de seguros privados, es crucial que se aborden los problemas en la sanidad pública para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la atención que necesitan, independientemente de su capacidad para pagar un seguro privado.