Las aspiraciones del Gobierno español de conseguir la oficialidad del euskera, catalán y gallego en la Unión Europea (UE) han encontrado un obstáculo significativo. Recientemente, el ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia expresó que el tema no está «maduro» y que no espera que se vote en el Consejo de Asuntos Generales en Bruselas. Esta declaración ha generado preocupación en España, donde la oficialidad de estas lenguas es considerada una cuestión de gran importancia política y cultural.
La propuesta del Gobierno español busca elevar a 27 el número de lenguas oficiales en la UE, lo que ha suscitado dudas y reticencias entre varios Estados miembros. La necesidad de unanimidad para aprobar la iniciativa significa que el rechazo de un solo país podría tumbarla. En este contexto, las preocupaciones sobre las implicaciones legales y financieras de la oficialidad de estas lenguas han sido expresadas por ministros de otros países, como Austria y Suecia, quienes condicionaron su apoyo a la clarificación de estas cuestiones durante el debate.
### La Propuesta Española y sus Implicaciones
El Gobierno español ha intentado suavizar las reticencias de otros países con una propuesta más moderada. Esta nueva iniciativa contempla que la oficialidad del euskera, catalán y gallego se implemente a partir de 2027 y que solo se traduzcan a estas lenguas los reglamentos del Consejo y del Parlamento Europeo, lo que representa menos del 3% de la legislación comunitaria. Esta estrategia busca minimizar las preocupaciones de los Estados miembros sobre el impacto que podría tener la oficialidad de estas lenguas en el funcionamiento de las instituciones europeas.
Además, la propuesta establece que solo serán oficiales aquellas lenguas que ya estaban contempladas en las Constituciones de los Estados miembros al momento de su entrada en la UE. Esto significa que el euskera, catalán y gallego son las únicas lenguas que podrían beneficiarse de esta medida, dado que son las únicas que cumplen con este criterio en el contexto español. También se ha estipulado que para que estas lenguas sean consideradas oficiales, deben ser utilizadas en el Congreso y el Senado de España, lo que añade un nivel adicional de legitimidad a la propuesta.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las dudas persisten. La ministra de Asuntos Europeos de Dinamarca, Marie Bjerre, ha afirmado que su país no bloqueará la propuesta, pero también ha reconocido la importancia de alcanzar un consenso en el Consejo. Esto indica que, aunque algunos países están dispuestos a colaborar, otros aún tienen reservas que podrían complicar el proceso.
### Reacciones y Perspectivas Futuras
Las reacciones a las declaraciones del ministro finlandés han sido variadas. Desde el Gobierno español, se ha enfatizado la importancia de la oficialidad de estas lenguas como un paso hacia la igualdad y el reconocimiento de la diversidad cultural en Europa. Sin embargo, la falta de apoyo unánime y las preocupaciones expresadas por otros Estados miembros han llevado a un clima de incertidumbre.
La situación actual plantea un escenario complicado para el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha hecho de la oficialidad de estas lenguas un tema central en su agenda política. La necesidad de apoyo de partidos como Junts y el PNV, que han mostrado interés en esta propuesta, añade presión sobre el Ejecutivo para que logre avanzar en este tema. Sin embargo, el margen para la aprobación es estrecho, y la falta de consenso podría llevar a que la iniciativa se quede estancada.
A medida que se acercan las fechas clave para la discusión de esta propuesta, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones en el Consejo de la UE. La capacidad del Gobierno español para abordar las preocupaciones de otros Estados miembros y encontrar un terreno común será determinante para el futuro de la oficialidad del euskera, catalán y gallego en el ámbito europeo. La diversidad lingüística es un valor fundamental en la UE, y la forma en que se gestione esta cuestión podría sentar un precedente para otras lenguas y culturas en el futuro.