La alcaldesa de València, Mª José Catalá, ha presentado recientemente el Plan de Infraestructuras Críticas de Abastecimiento de Agua 2026-2031, un ambicioso proyecto que busca modernizar y fortalecer el sistema de abastecimiento de agua de la ciudad. Este plan, que cuenta con una inversión de 120 millones de euros, se ha diseñado en respuesta a las vulnerabilidades evidenciadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la región el pasado octubre. En un evento que reunió a representantes del sector empresarial, universidades y colegios profesionales, se detallaron las medidas que se implementarán para garantizar un suministro de agua seguro y sostenible para los ciudadanos.
**Iniciativas para un Abastecimiento Sostenible**
El plan incluye un total de 33 medidas que se agrupan en tres ejes principales: fortaleza, modernización y sostenibilidad. La alcaldesa ha enfatizado la importancia de dejar un legado de infraestructuras seguras para las futuras generaciones, destacando que las infraestructuras hidráulicas, aunque no son visibles, son fundamentales para la seguridad de la ciudad. Uno de los aspectos más destacados del plan es la renovación de las autopistas del agua, que han alcanzado su vida útil y requieren una modernización urgente. Esto incluye la ampliación de la red de baja presión en 27 kilómetros, lo que permitirá que el riego y el baldeo se realicen sin necesidad de utilizar agua potable.
Además, se contempla la creación de un suministro independiente en el parque de la Devesa, que se activará en caso de incendios, y se aprovecharán los excedentes de agua de la depuradora de Pinedo y de las estaciones del metro. Este agua, que actualmente se vierte al mar, se utilizará para regar los nuevos espacios verdes de la ciudad, contribuyendo así a la regeneración hídrica del Jardín del Turia.
**Fortaleciendo la Resiliencia ante Emergencias**
Uno de los objetivos primordiales del Plan de Infraestructuras Críticas es asegurar que València no vuelva a experimentar la vulnerabilidad que se evidenció durante la DANA. El concejal del Ciclo del Agua, Carlos Mundina, ha subrayado que el plan busca garantizar el suministro de agua en situaciones de emergencia. Para ello, se establecerá una segunda red de abastecimiento, que permitirá a la ciudad ser autosuficiente en caso de crisis. Esta red se complementará con la perforación de cuatro pozos y la construcción de cuatro plantas potabilizadoras, lo que permitirá extraer agua de un acuífero de calidad.
Los estudios realizados por la Universidad Politécnica de València han demostrado que es viable abastecer a la ciudad con agua del acuífero, siempre que se amplíe la red de baja presión actual. Con esta nueva infraestructura, València podrá garantizar el suministro de agua por tiempo ilimitado, en contraposición a las 48 horas que se pueden asegurar con las reservas actuales.
La modernización de las tuberías arteriales que traen el agua a la ciudad es otro de los puntos críticos del plan. Muchas de estas tuberías están ubicadas bajo el nuevo cauce y han agotado su vida útil, lo que representa un riesgo para el suministro de agua. La jefa del servicio del Ciclo del Agua, Mª José Magraner, ha destacado la necesidad de actuar en estas infraestructuras para asegurar la entrada de agua en la ciudad.
El plan también incluye medidas de sostenibilidad, como la reutilización del agua de achique proveniente del nivel freático y del acuífero. Esta agua, que se bombea diariamente de las estaciones de metro, se destinará al riego de jardines, evitando así el uso de agua potable, que es más costosa y de mayor calidad.
La alcaldesa ha manifestado que el coste económico de no contar con un suministro de agua adecuado podría superar el presupuesto del plan, que se estima en 120 millones de euros. Las 33 medidas se implementarán de manera progresiva, con el objetivo de que para 2031 estén plenamente integradas y doten a València de una red más fuerte, adaptada al entorno y respetuosa con el medio ambiente.
Este plan no solo busca mejorar la infraestructura de abastecimiento de agua, sino que también tiene un enfoque claro hacia la sostenibilidad y la resiliencia, asegurando que València esté mejor preparada para enfrentar futuros desafíos climáticos y emergencias. La colaboración entre el gobierno local, las universidades y el sector empresarial será clave para el éxito de esta iniciativa, que promete transformar la gestión del agua en la ciudad y garantizar un futuro más seguro y sostenible para sus habitantes.